En el 2000, se reautoriza nuevamente la ley para conocerse como la Ley Pública 106-402 procediendo a clarificar y poner al día los propósitos y los programas a los fines que reflejen la actualización de políticas de vanguardia y la implementación dirigidos a los cambios sistémicos, la ampliación de capacidad e intercesión. Se enfatiza la coordinación y colaboración entre los tres componentes de la ley, a saber, OPPI, el UCEDD y el Consejo. De igual manera aumenta los requerimientos de efectividad en aquellos programas subvencionados a través de la ley. Además, aumenta la flexibilidad en cuanto a las necesidades y prioridades identificadas por los individuos con deficiencias en el desarrollo, sus familiares y otras personas interesadas. El UAP cambia oficialmente de nombre al UCEDD.
A lo largo de esta travesía histórica, el Consejo ha sido un pilar en la lucha por los derechos y la inclusión de las personas con deficiencias en el desarrollo, impulsando más de 300 propuestas y asignando más de 25 millones de dólares para transformar vidas. Miramos hacia el futuro con la esperanza de que nuestra sociedad continúe evolucionando, dejando atrás prejuicios y barreras. Soñamos con un Puerto Rico donde la igualdad no sea una obligación legal, sino un principio inherente, y donde cada persona, sin importar sus capacidades, sea reconocida por su valiosa contribución a nuestra comunidad.